Hay agua en Mercurio según la NASA

 Tres estudios que se llevaron a cabo de forma independiente y con la utilización de varios instrumentos de la misión Messenger (Misión espacial no tripulada de la NASA, lanzada rumbo a Mercurio el 3 de agosto de 2004 y que entró en órbita alrededor de dicho planeta el 18 de marzo de 2011 para iniciar un período de observación orbital de un año terrestre de duración) revelan que en el polo norte de Mercurio, el más interno de los planetas del Sistema Solar, existe una gran cantidad de hielo de agua junto a una misteriosa “capa oscura” de compuestos orgánicos. Esta noticia fue publicada en la conocida revista científica Science.

Mercurio es el planeta más interno del sistema solar, por lo que está sometido a unas condiciones térmicas que pueden catalogarse como infernales. De todas formas, la sonda Messenger, de la Nasa, acaba de aportar pruebas inequívocas de la existencia de una gran cantidad de hielo en el planeta, oculto en el interior de profundos y oscuros cráteres en su polo norte. Este hielo está cubierto, además, por compuestos orgánicos que reciben el nombre de “material oscuro”. Este material es una mezcla de componentes orgánicos complejos que llegaron a Mercurio a manos de numerosos asteroides. Se cree que su color oscuro viene dado por las radiaciones procedentes del Sol.

Como se dijo anteriormente, a este descubrimiento se llegó por medio de tres estudios independientes entre si:

-El primer estudio realizado midió un exceso de hidrógeno en el polo norte del planeta. En este estudio se utilizó el espectrómetro de neutrones de Messenger.

-El segundo estudio se centro en la capacidad de reflejar luz de los depósitos polares de Mercurio en una longitud de onda cercana al infrarrojo.

-El tercer estudio llevó a cabo el primer modelo detallado de las temperaturas superficiales del planeta, utilizando los datos topográficos que desde hace ya un año está recogiendo la nave.

¿Conclusión? En Mercurio hay agua en abundancia, y ésta se conserva en forma de hielo. Esto se debe a que existen regiones enteras de las zonas polares que no reciben nunca la luz del Sol.